13 abr 2016

El deseo de buscarte

El almanaque marcaba jueves de Septiembre, había empezado la semana con mucho trabajo y ayer no me alcanzo el tiempo por eso decidí quedarme.


Comenzaba el otoño, y vaya novedad para mí, no me gusta. Sólo me recuerda que quisiera emigrar como las aves, hacia países cálidos y playas doradas donde poder caminar descalzo contemplando el atardecer y dormir arrullado por las olas, pero por ahora solo es un sueño que alberga mi corazón porque la realidad dice que hoy no voy a escapar de otra jornada agotadora y la campanilla del teléfono lo recordó.



Esta sería una larga tarde de oficina. Pedí un café a la secretaria y avise que cuando terminara podía irse, yo iba a quedarme unas horas más, cerré la puerta de mi despacho y me sumergí en el ordenador a trabajar. Pasaron los minutos y cuando comenzó a pesar el cansancio en mis ojos surgió en el monitor un mensaje instantáneo…




“¿estás ahí cariño? “

Al ver el nombre de ella me sentí conmovido. Estaba conectada y hacia mucho que no coincidíamos.

Encontré su nombre un día, por casualidad, cuando buscaba a un contacto y llamo mi atención su blog, quise echar un vistazo por encima de la tapia de ese jardín y lo que vi me pareció realmente bonito, tanto que me quedo leyéndola, disfrutando de los escritos, paseado entre los arbustos, oliendo el perfume de cada flor, intentando descubrir el alma de su autora, pero no supe encontrarla entre sus plantaciones.

Había quedado aún más curioso de su perfil y yo no era de hablar con extraños por la Internet pero sentí curiosidad de ella y por eso le escribí tímidamente un:



“hola… muy bonito tu blog”



Me pregunte... ¿quién estaría del otro lado del ciberespacio? ... ¿seria acaso una aburrida ama de casa sentada frente al ordenador escribiendo sus más ardientes fantasías, mientras esperaba que la lavadora termine el programa y tenga que volver a los que haceres domésticos...?

¿Cómo sería esa mujer?



Para mi suerte a ella le pareció agradable mi timidez y acepto conversar conmigo.

No todos lograban llegar a ella o al menos conocerla más allá de la forma erótica de sus escritos. Yo había logrado llamar su atención.
Y así pasaron los días y nuevamente nos encontramos en ese inmenso ciberespacio, y esta vez la charla se extendió y aquellos dos extraños que éramos, dejamos de serlos, porque cada palabra escrita parecía ser el reflejo del otro.
Ella dijo: “tengo la sensación de que te conozco de siempre”, y yo sentía lo mismo.
¿Podía ser que dos personas que aun sin nunca haberse visto, se sintieran atraídas?
Notamos como estaba saliendo a la superficie algo que me parecía letárgico en el internet:

El deseo.

Mientras yo pensaba en que compuesto de hada y bruja era ella que despertaba mis más íntimos deseos tan solo con palabras escritas y una foto sexy.
Y ella se decía a sí misma como era posible que su alma se estuviera hilando a la de un hombre virtual del que ni siquiera conocía su rostro.

Pero la casualidad hace las cosas bien y volvimos a encontrarnos
Pero estaba vez el monitor le dio vida a los rostros imaginados y las palabras ya no fueron las mismas porque la webcam nos mostró que detrás de cada letra había un hombre y una mujer.
Ese fue el comienzo de horas y horas de charlas...de mails diarios, de intercambio de fotos que hacían volar la imaginación...de tanto deseo que traspasaba aquella pantalla cada vez que nos veíamos y soñábamos con ese día en que ya no existiera esa barrera y pudiéramos sentir nuestros cuerpos entrelazarse sin nada que los separe. 

El solo saber que ella estaba ahí conectada y ver su Nick me producía un intenso deseo,   como una descarga eléctrica desatándose por mi cuerpo, que aceleraba mis pulsaciones y terminaba en una potente erección. Ella lo llamaba energía sexual que nos conecta sin siquiera tocarnos, y era verdad. Porque yo podía sentir como ella se excitaba lentamente con cada letra que escribíamos y esa misma energía se desataba por su cuerpo. Comenzaba en su nuca como un soplido suave… bajaba por su espalda como un cosquilleo intenso hasta terminar estallando en su sexo acalorado y húmedo de sensaciones.

Me decía que su clítoris estaba hinchado y dolía, por eso en ese momento solo quería imaginar que mi lengua buscaba aliviar ese placentero dolor que la hacía estallar en un orgasmo. Más de una vez terminamos calmando ese deseo juntos.

La primera vez que lo hicimos ella fue quien me lo pidió. Tuve que encerrarme en el  baño de mi despacho  con mi laptop, porque estaba en horas de trabajo, mientras ella estaba en su casa. En esa ocasión fue a su dormitorio y comenzó a desvestirse lentamente frente a la webcam, rogándome que la acaricie y la bese. Sus manos fueron las mías y comenzó a estrujar sus senos como yo lo deseaba. Me moría de ganas de llenar mi boca con sus pezones y apretarlos entre mis húmedos labios, mientras la hacía retorcer de placer.
Ella comenzó a gemir y eso me excito aún más.  
Yo no podía evitar comenzar acariciar mi pene que estaba tan duro que dolía entre mis pantalones. Así que lo libere y ella al verlo metió sus dedos en su boca succionándolos, en clara señal de querer llenarla con mi miembro. Ella dijo:

-   Me encanta lo que tienes para mí. Quiero ponerlo aquí entre mis labios y chuparlo. Me gusta como se ve. Esta húmeda y brillante su cabeza, que ya quiero tenerla aquí.

Señalándome su sexo en el que perdió los dedos que hasta hace unos segundos chupaba en su boca. Abrió sus muslos frente a mis ojos y comenzó a estimularse con ambas manos, mientras me pedía que la follara con más fuerza.

¡Madre mía! Si eso es lo que deseaba y estaba haciendo en mi mente, mientras me masturbaba imaginándome que bombeaba sin parar en aquel paraíso ardiente que se ofrecía a mis ojos. Era una hembra apasionada que sabía muy bien lo que deseaba.

Escucharla gemir y pedir más, era enloquecedor, me estaba matando de placer,  mientras veía  sus movimientos agitados sobre su cama, hasta llegar a ese preciso momento en que comenzaba su cuerpo a sacudirse mientras se  aferraba a las sábanas y  ahogaba sus gemidos entre la almohada. Fue un instante culmine en que yo también me deje ir entre jadeos confusos que nos dejaron a ambos completamente relajados y fuera de la realidad por unos minutos.

Aquella primera experiencia nos había unidos intensamente aunque el océano y las horas nos separaran físicamente… sabíamos que el deseo estaba ahí… diciéndonos Búscame a través de la web.   

5 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho este relato. Excelente.

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  2. muy bueno y explicito.. mmm ya tengo trabajo pendiente...;)))

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  3. Afrodita, Rodrigo, gracias por vuestros comentarios

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  4. Very good erotic story. Delicious, hot and spectacular

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  5. Menuda fantasía erótica... blog.universoerotico.com

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